lunes, 8 de marzo de 2010

Agora con sabiduría pero sin corazón




TÍTULO ORIGINAL Ágora

AÑO 2009

DURACIÓN 126 min.

PAÍS España

DIRECTOR Alejandro Amenábar

GUIÓN Alejandro Amenábar, Mateo Gil

MÚSICA Dario Marianelli

FOTOGRAFÍA Xavi Giménez

REPARTO Rachel Weisz, Max Minghella, Ashraf Barhom, Oscar Isaac, Michael Lonsdale, Rupert Evans, Homayoun Ershadi, Richard Durden, Sami Samir, Manuel Cauchi, Homayoun Ershadi, Oshri Cohen

PRODUCTORA Telecinco Cinema / Mop Producciones / Himenóptero


GÉNERO Aventuras. Romance Histórico. Antigua Roma

Cuando ves una película como esta te das cuenta de que hay muchos factores que influyen en que una película guste o no, se puede hacer un gran trabajo en casi todos ellos pero como te dejes uno, el tema puede no funcionar. Es lo que sucede en este caso, Amenábar ha realizado un trabajo muy meritorio, encomiable, reuniendo un equipo técnico espectacular, un reparto internacional perfecto para los papeles que les tocaban representar y le ha dedicado todo el tiempo, mimo y dedicación que en él es habitual, pero el resultado no ha sido todo lo redondo que cabría esperar.

Visualmente es de las mejores películas españolas que he visto, si no la mejor, todo el apartado técnico es impecable y los movimientos de cámara, con las espectaculares tomas desde arriba, son todo un acierto, la música acompaña perfectamente. Rachel Weisz es una actriz brillante que se adapta sin problemas a papeles como este, el resto del reparto también destaca por su corrección.


La historia que cuenta no carece de interés, guerras religiosas en el Imperio Romano, es una de las épocas más desconocidas de la historia y en ella se citan personajes muy importantes como el que se trata en este filme, Hipatia es una de las primeras científicas conocidas, Amenábar, después de Ana Torrent en Tésis y de Nicole Kidman en Los otros, vuelve a dibujar un gran papel femenino protagonista.

Hasta aquí las virtudes, ahora el gran defecto del que adolece la película y no es otro que su falta absoluta de ritmo, a los 20 minutos de que ha empezado empiezas a caer en un sopor del que ya no es posible recuperarse, estás asombrado por las imágenes pero cuesta mucho de seguir la historia, ves que los actores creen lo que haces, pero la historia acaba importando muy poco.
A la conclusión que llego es que Amenábar se está centrando en unos aspectos del cine poco explotados por estos lares, pero en esta ocasión ha olvidado de dotar a su preciosa creación de alma, con lo que aun reconociendo el mérito, deja absolutamente indiferente.

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