miércoles, 12 de octubre de 2011

Festín de Cuervos, Canción de Hielo y Fuego 4


Al ser el primer libro sobre el que comento sobre esta maravillosa saga de George R. Martin, lo primero que voy a hacer es resumir las razones por las que me gusta tanto.

-No es la mejor literatura fantástica, pero los detalles que tiene del género son sumamente interesantes, aportan tramas que complementan perfectamente a las más realistas.

-No es la mejor literatura medieval, pero es superior a gran parte de los libros que actualmente salen sobre templarios, cruzadas y demás temas de modas.

-La disección política que hace de los 7 reinos es brillante y perfectamente trasladable a la Europa del medievo con su conglomerado de reinos y señores.

-Los personajes están perfectamente descritos y, a pesar de salir cientos de ellos, consigue hacer que tengan rasgos característicos que los identifiquen.

-Pese a no ser una saga de buenos y malos, es muy fácil sentir empatía u odiar a ciertos personajes, aunque, habiendo tantos, esto pasa a ser algo estrictamente personal.

Paso a hablar directamente del libro en cuestión, tras poner patas arriba los 7 reinos, Martin decide, en este volumen, tomarse las cosas con más calma, parece que, en vez de avanzar a hacia adelante, como es habitual, lo hace en horizontal, cubriendo un amplísimo espectro que lo lleva de un confín a otro del mundo creado por la mente del genial escritor.

Como viene siendo marca de la casa, la estructura del libro es que cada capítulo se dedica a un personaje, estos se van turnando para ir dibujando el paisaje que se va completando a medida que avance el libro. Se centra en personajes que, al comienzo de la saga, eran secundarios o se les prestaba poca atención. En este aspecto, parece bajar el nivel respecto a otras entregas, aunque en mi opinión, lo que hace es dotarla de más profundidad, en sucesivas entregas se irá completando este puzzle logrando contentar a los que, con este título se han sentido decepcionados.

La saga continúa con A Dance With Dragons, libro aún no editado en España, esperemos que la salud de Martin aguante y pueda completar la colección.

El Capitán Trueno, aventuras a la española


De vez en cuando, en España, surge la intención de hacer una película de un género que no es muy tratado habitualmente, el de las aventuras, la primera pregunta que surge es clara, viendo los tiempos que corren, ¿seremos capaces de estar a la altura en cuanto a realización técnica? Aquí empieza una búsqueda desesperada de capital que, en ocasiones, hace que se deje de prestar atención a otros aspectos igual de importantes.

Se me ocurre otro ejemplo, Alatriste, a la que le sucedió algo similar, los esfuerzos se centraron en recrear minuciosamente al Madrid de los Austrias descuidando la cohesión del guión. En este caso, nos trasladamos 300 años antes, a las Cruzadas y se intenta, con menos éxito que en la producción basada en la saga de Pérez Reverte, el acercarnos la Edad Media a la pantalla. Si el principal esfuerzo falla, el resto de aspectos de la película son, claramente, inferiores, estamos ante un nuevo fracaso del cine patrio.

Del reparto, destacaría a un creíble Peris Mencheta, físicamente da el pego, interpretativamente tampoco se vé muy exigido y eso le favorece, Natasha Yavorenko aporta su belleza, Manolo Martínez su aspecto rudo y Ramón Langa su voz, el resto nada de nada. Tampoco voy a ponerme a criticar particularmente a cada actor, sería más sencillo hacerlo con el director, el desconocido, al menos para mí, Antonio Hernández, que falla en todas y cada una de sus labores.


Da pena que proyectos como este salgan mal, creo que crean un precedente que puede hacer que se siga con la tendencia de arriesgar poco del cine español. No entro en el tema financiero demasiado porque lo desconozco y temo columpiarme. Al final de los créditos se quiere intuir la intención de una 2ª parte, no creo que esto sea posible, ni recomendable.